Al encenderme en voces de silencio

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Me despertaste de mi sueño eterno
Nigromante desquiciada…
eres atrevida
al encenderme en voces de silencio

desalmado es mi deseo por tu cuello desnudo
donde pueda posar
mis crueles colmillos
que desean vertir su furia desbocada
en tus impúdicas venas

poseerte y condenarte
para verte sorber
la ultima gota de sangre
sobre tu atormentada boca

Te ansío tendida entre gorjeos
ardientes
febril
abocada
a la fruición jadeante
de tu vientre

abre ahora tu dorada corteza
que toda tu piel arda al roce de mi estirpe
y la locura alucinante
te provoque oleajes
de lágrimas mías

que en gorgoteos se desangre este corazón trágico
en el milagro de mi eternidad
para ser bálsamo de tus llagas
en las caricias de nuestra lujuria
imágenes serpenteantes
de tus senos sobre mi lengua liviana

misterios en la invisible corona de mi imaginación
succionando holocausto de fuego
seamos engendradores de enigmas
de nuestros sepulcros
que juran enredarse por siempre

de encadenar labio con labio
y seguir tocando la rala oscuridad
que acurrucada en su destierro
nos envidia el roce de nuestros cuerpos.

he despertado condesa mía
desaparecen las ruinas de nuestra nostalgia

mientras que tu templo se queda impávido
esperando de mito en mito realizar esa leyenda de que un día…
como Dioses del inframundo
retrocederemos el tiempo para estar juntos de nuevo…

así sea para tan sólo darnos un beso...

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